domingo, 26 de abril de 2009

Manifiesto MACC


Somos una comunidad de creadores que, desde el Mercado Atlántico de Creación Contemporánea (MACC), concibe la creación contemporánea como un ejercicio radicalmente distinto al del pasado y que nos exige nuevas responsabilidades artísticas y sociales.

La creación contemporánea no gira, como en las prácticas convencionales, alrededor del producto sino del proceso. La creación nos enfrenta más a un trayecto que a un resultado, más a un procedimiento que a una meta. En el arte y la cultura de comienzos del siglo XXI más que las obras o las piezas, importan las experiencias, los caminos. Más el cómo que el qué.

Ya no es significativa la disciplina que el creador practica, sino su actitud ante el proceso de creación. Da igual que sean las artes plásticas, el diseño audiovisual, la música, la arquitectura, las artes escénicas o la literatura; da igual que uno sea artista o artesano; que cree productos o propicie vivencias. Lo que importa es la actitud con que lo haga. Hoy, creador es quien hace pan o quien lo lanza al público en una perfomance. O ninguno de los dos.

La creación no es sólo el ejercicio individual del artista sino el talento colectivo de los grupos. Antes se entendía que el proceso creativo se limitaba a la acción del artista. Ahora sabemos que en ese proceso intervienen otros actores sin los cuales no hay creación. Porque el creador ya no está sólo frente a la obra. Su trabajo depende también del trabajo de los otros. No hay creación contemporánea si no admitimos esa interdisciplinariedad.

El reconocimiento de lo colectivo, del carácter colaborativo de los procesos de creación, nos obliga, incluso, a revisar el concepto de autoría, la noción de propiedad intelectual. Lo contemporáneo ha difuminado las fronteras entre el autor y el usuario, entre la creación y la función de lo creado.

La creación contemporánea no entiende de especialidades. En nosotros se hace evidente que el mestizaje y la diversidad es el argumento principal de la vida. La hibridación es consustancial a las nuevas tendencias creativas. Ni siquiera hay creadores para la cultura, sino desde la cultura.

El proceso artístico no es sólo estético sino ético. Para superar las crisis, como ésta que ahora nos preocupa, es necesario figurarnos lo que no existe. Y los creadores, acostumbrados a la imaginación, reclamamos nuestro papel como imaginadores del futuro. El creador tiene una responsabilidad ante los tiempos, aunque sea sólo la responsabilidad del presentimiento, de la visión que niega la evidencia. Porque si las certezas repiten modelos conocidos; los presentimientos, en cambio, proporcionan nuevas posibilidades.

El MACC ni es ni quiere ser un exhibidor de artistas; sino un exhibidor de procesos creativos. Con esa voluntad, y con la de seguir siendo punto de encuentro, proclamamos nuestra determinación de seguir encontrándonos aquí o en cualquier otro sitio del Atlántico.


Santa Cruz de Tenerife
25.abril.2009

viernes, 24 de abril de 2009

Desmontado el "piricuto" de Zafra


Ayer fue desmontado por orden del Ayuntamiento de Zafra el obelisco erigido hace 72 años en homenaje a Antonio Castejón, comandante franquista que tomó la ciudad en agosto de 1936. Esa aguja de piedra (llamada por la vecindad el pericuto o piricuto) ocultó durante años los 180 asesinatos cometidos en Zafra durante la guerra civil.
No puede haber banderías alrededor de esta decisión, pedida hace años por la Asociación de Recuperación de la Memoria Histórica, porque en Zafra los muertos de la represión fueron sólo de un bando. En el otro lado no hay nadie, sólo los asesinos de entonces, y en éste nos agrupamos todos los que defendemos la libertad de tener las ideas que cada uno quiera sin que te maten por ello.
En este final de abril (mañana, pasado, quién sabe) se cumplen 70 años que fue asesinado José González Barrero, alcalde de Zafra.
La fotografía -al fondo, la casa de mi juventud- es de José F. Gras

martes, 14 de abril de 2009

Presentación en Zafra del libro "Barrancos en la encrucijada de la guerra civil española"

El próximo viernes, día 17 de abril, se celebrará en Zafra la presentación del libro Barrancos en la encrucijada de la guerra civil española, de Maria Dulce Antunes Simões, editado recientemente por la Editora Regional de Extremadura. En el mismo acto se verá en público, también por vez primera en Zafra, el documental Los refugiados de Barrancos de Producciones Mórrimer.

La actividad, que está organizada por la Asociación de Recuperación de la Memoria Histórica “José González Barrero” y la Editora Regional de Extremadura, cuenta con la colaboración del Ayuntamiento de Zafra y del Instituto de Bachillerato “Suárez de Figueroa”. Comenzará a las 21 horas en el Centro Sociocultural “Santa Marina” de Caja Badajoz y en ella estará presente la autora del libro, María Dulce Antunes Simões; uno de los integrantes de la Asociación Morrimer, Ángel Hernández; el alcalde de Barrancos, Antonio Tereno, y el director de la Editora Regional de Extremadura, Luis Sáez.

domingo, 22 de marzo de 2009

Libros, amigos y circunstancias




Cada libro supone una historia, pero no sólo la que contiene sus páginas sino la que explica que acabe en tu biblioteca. Cada libro llega a casa por una circunstancia, a veces casual, a veces resultado de un plan casi inevitable. Cada libro trae consigo una persona, casi siempre un amigo. En los últimos treinta días han entrado muchos libros en casa y cada uno ha traído su historia.

El primero lo conseguí, hace ya un mes, gracias a la web de la Librería Rodríguez de Madrid. Ángelus, la revista de poesía del Teologado Claretiano de Zafra, dedicaba su número 13 –de septiembre de 1960- a una Primera antología de poetas pacenses. Estoy intentando conseguir todos los números de esta revistita de poesía mística de mediados de siglo. Unos días después, Félix Lozano me regalaba en Mérida un libro comprado en la misma librería madrileña: República y toros (España 1931-1939).

A mi hermano Miguel Ángel le había hablado de las historietas del portugués
José Carlos Fernandes, que yo había conocido gracias a Javier Moreno Romagueras. A Miguel le gustaron tanto que quedamos en que el primero que diera con ejemplares consiguiera dos de cada una. El otro día se presentó en casa con La gran enciclopedia del conocimiento obsoleto, Las ruinas de Babel y Museo nacional de lo accesorio e irrelevante. También trajo de Cáceres los dos volúmenes de la Obra periodística y literaria de Antonio Otero Seco que han editado él y Paco Espinosa. Unos días después, Jose Gras me conseguía los dos volúmenes de Zafra Dinámica urbanística (1940-1995) del geógrafo Blas Toro Fernández, que hacía tiempo quería leer.

Aproveché un exceso de cupones de suscripción de El País para canjearlos por libros en la librería de debajo de casa: Partes de guerra, la selección de relatos sobre la guerra civil a cargo de Ignacio Martínez de Pisón; El internacionalismo moderno, un ensayo del economista y Nobel Paul Krugman; Hospital de Zafra. Apuntes para una historia, del ex concejal Juan Carlos Fernández Calderón, y Del no mundo, la poesía reunida de Juan Eduardo Cirlot.

En Sevilla, en la Feria de Industrias Culturales de Andalucía (FICA), reparé en un libro del stand municipal sevillano: Diego Martínez Barrio. Palabra de republicano. Una chica muy amable no tuvo inconveniente en regalármelo en nombre del ayuntamiento de Sevilla. Al día siguiente, en Madrid, en el homenaje a Ángel Campos del Círculo de Bellas Artes compré su poesía completa, La vida de otro modo, con prólogo de Miguel Ángel. Y unas horas después, en la mañana del sábado, visitamos la exposición del Instituto Cervantes Escrituras en libertad. Poesía experimental española e hispanoamericana del siglo XX y adquirí el catálogo.

Arturo Santos Unamuno trajo de Altea diez libros. En tiempos me había comentado que uno de sus pacientes de allí era un viejo republicano de 88 años, que se llamaba Federico Bravo Morata. ¡Qué sorpresa! El mismo cuyos libros de historia de España devoraba yo a los quince años. Me trajo ocho ejemplares de la monumental Historia de Madrid (que en total tiene veintitantos volúmenes), y dos títulos más: Guernica El impulso soberano y Franco y los muertos providenciales.

En la librería zafrense de Agustín Risco me hizo ilusión encontrar libros de Alianza Editorial marcados con pesetas. Me gasté cinco euros en dos ejemplares: la Antología fugaz de Mariano José de Larra preparada por Paco Umbral en 1979 y unos Opúsculos sobre el movimiento de la tierra de Alberto Elena.

Al entrar en el salón de actos donde se celebraba el Foro provincial de Cultura de Málaga, junto a las credenciales y las carpetas, entregaban un libro de relatos, La pereza de los días, de Miguel Fernández. Después, paseando por Málaga, entré en la exposición de Escultura y Obra Gráfica de AENA ARTE de la Universidad. Obras de Picasso, Miró, Chillida, Palazuelo… Me llevé el catálogo. En la librería Abadía encontré Medio siglo de cultura española, de Tuñón de Lara; Enigmas de la guerra civil española, de Vila-San-Juan; El proceso de Euskadi en Burgos, de Kepa Salaberri, y La I Internacional en las Cortes de 1871, de Oriol Vergés.

Desde Barcelona, Jaume Montané me hizo llegar la enorme Crónica del antifranquismo escrita al alimón por Fernando Jaúregui y Pedro Vega, compañero de Jaume en Time Consultant. Y, finalmente, anteayer Nacho Escobar me regaló 11 ½ ideas insólitas que funcionan de Robert Sutton.

Libros, amigos y circunstancias.

La ilustración la he tomado de El blog de Eduardo Betas

martes, 10 de marzo de 2009

Patos


El sábado asistí con Eva al espectáculo Utopia de Leo Bassi en el teatro Alfil de Madrid. Un monólogo en el que el italiano demuestra su manejo del escenario y arremete contra los neocon, la jerarquía eclesiástica, los convencionalismos sociales y la tibieza de la izquierda ante la crisis financiera. Aunque con salidas de tono acordes a su ánimo provocador, el cómico logra una pieza muy solvente a la que -como único pero- quizás le sobre media hora de las dos que dura. Al final, Bassi salta en escena sobre un enorme pato de plástico, y lanza al público otros de juguete. Son un símbolo de candidez y bondad que sirve de contrapunto a las aristas exhibidas durante el espectáculo.

He vuelto de Madrid con Nacho. En el salpicadero de su coche se movían dos patos amarillos de plástico que había logrado en el espectáculo de Bassi, al que asistió también días atrás. Del bolsillo he sacado un papel que me encontré ayer en la cama, a modo de despedida del Hotel de las Letras, donde me he hospedado durante estos días en Madrid. Se lo leo:

Para salvarnos, juntarnos. Como los dedos en la mano. Como los patos en el vuelo. Tecnología del vuelo compartido: el primer pato que se alza abre paso al segundo, que despeja el camino al tercero, y la energía del tercero levanta vuelo al cuarto, que ayuda al quinto, y el impulso del quinto empuja al sexto, que presta fuerza al séptimo. Cuando se cansa el pato que hace punta, baja a la cola de la bandada y deja su lugar a otro, que sube al vértice de esa uve invertida que los patos dibujan en el aire. Todos se van turnando, atrás y adelante. Según mi amigo Juan Díaz Bordenave, que no es patólogo pero sabe de patos, ningún pato se cree superpato por volar adelante, ni subpato por marchar atrás. Los patos no han perdido el sentido común. Eduardo Galeano, “Elogio del sentido común” (fragmento).

sábado, 7 de marzo de 2009

Ángel


Ayer se celebró en el Círculo de Bellas Artes de Madrid la presentación del libro La vida de otro modo, que reúne la poesía completa de Ángel Campos Pámpano desde 1983 hasta 2008. El acto lo introdujo Emilio Torné, de la editorial Calambur, y tras él hablaron Miguel Ángel Lama, autor del prólogo, y el poeta Miguel Casado. Además leímos poemas algunos amigos: Elías Moro, Tomás Sánchez Santiago, Álvaro Valverde, Juan Carlos Mestre, Isabel María Pérez González, Jordi Doce, Olvido García Valdés, Pablo Guerrero, Ada Salas y José Antonio Zambrano. Casi todos aludimos en la lectura a nuestra amistad con Ángel. Con algunos de mis amigos escritores -dije- tengo una relación guadianesca. También la tuve con él. Es una cuestión de carácter, y de circunstancias: carecer de carné de conducir y perderme, así, gran parte de los actos sociales donde podría encontrarlos. Eso me lleva a atesorar, de cada una de estas relaciones, el recuerdo de un encuentro, de una conversación telefónica, de un texto… De la amistad con Ángel tengo en especial estima una dedicatoria: la que él escribió para mi hijo en el colofón de su De Ángela al poco de nacer, en 1994, el libro y Juan. En esas palabras se reúne parte de lo que él más quiso y parte de lo que yo más quiero. Me gusta recordar a Ángel por esos afectos de ambos reunidos antes de un garabato.

domingo, 22 de febrero de 2009

Redes sociales


El otro día, durante la sobremesa de una comida de amigos, hablábamos de los ataques de los medios de comunicación a las redes sociales. Las televisiones, las radios y los periódicos de papel están aprovechando el asesinato de Marta del Castillo en Sevilla para colocar bajo sospecha a Tuenti, Facebook, MySpace…

Los argumentos serían cándidos si no fueran malintencionados: “hay que proteger a nuestros jóvenes de las relaciones peligrosas”, “las redes sociales son nocivas porque hay mucho enmascarado”, “las redes se quedan con los datos personales”, “las fotos personales pueden ser utilizadas por cualquiera para fines malévolos”, etc.

En el fondo estamos ante la sempiterna desconfianza de lo antiguo hacia lo nuevo, de lo convencional frente a lo emergente. Las redes sociales son, como cualquier otra fórmula de comunicación, buenas o malas según el uso que se les de. Como el teléfono, la correspondencia postal o la mensajería mediante palomas. Cargar la mano sobre Tuenti o Facebook por el terrible suceso de Sevilla es como pretender echarle la culpa a los teléfonos móviles del espionaje y la red de corrupción de Madrid.

Los medios de comunicación convencionales están demostrando sólo neofobia en toda esta polvareda. Neofobia... y vértigo por la creciente pérdida de mercado.

Por cierto, hace un mes —aprovechando la baja— abrí una cuenta en Facebook.

lunes, 16 de febrero de 2009

Declaración de las asociaciones de Memoria Histórica de Extremadura


Declaración final del Encuentro de asociaciones extremeñas que trabajan la recuperación de la memoria histórica, celebrado en Badajoz el día 7 de febrero de 2009


El Encuentro de Asociaciones extremeñas cuyo objetivo es la Recuperación de la Memoria Histórica en Extremadura ha supuesto la primera ocasión en la que se han reunido diferentes colectivos para tratar y debatir, a lo largo de una jornada, del Movimiento de Recuperación de la Memoria Histórica en Extremadura. Esto ha dado lugar a conocer diferentes experiencias asociativas y ha mostrado, a grandes rasgos, el horizonte en que se desenvuelven tanto el movimiento como las instituciones que desarrollan políticas públicas para recuperar la memoria histórica en Extremadura. Como colofón y conclusión a esta jornada de trabajo se plantean una serie de reflexiones e instrumentos que, a nuestro modo de ver, habrían de articularse para una mejor consecución de los objetivos que todos perseguimos, tanto asociaciones como instituciones, de Recuperación de la Memoria Histórica en Extremadura:

1ª. Proponemos que las diferentes Asociaciones actuemos coordinadamente en la consecución de los objetivos, ya que estamos ante una oportunidad histórica dado que el movimiento social alcanza a todo el país y, en este contexto, determinadas Administraciones Públicas están llevando a cabo políticas públicas de la memoria. Por ello consideramos necesaria la coordinación para un mejor aprovechamiento de los recursos públicos.

2ª. Plantear la necesidad de crear algún órgano, aunque sea oficioso (es decir, sin sanción jurídica) donde puedan reunirse las diferentes asociaciones con el Proyecto de Recuperación de la Memoria Histórica de la Junta de Extremadura, con la finalidad de intercambiar experiencias y sumar recursos y esfuerzos para la consecución de los objetivos del movimiento de recuperación, que pueden resumirse a grandes trazos en verdad, justicia, reparación y divulgación.

3ª. Es necesario que desde la Consejería de Cultura y Turismo se canalicen todas las demandas de información y asesoramiento que están generando el desarrollo legislativo de la Ley 52/2007, de 26 de diciembre, puesto que estas demandas están desbordando los recursos humanos y materiales del movimiento asociativo. En este sentido se hace necesaria la creación de una Oficina de atención específica a las personas relacionadas con la Recuperación de la Memoria Histórica en Extremadura o algún otro mecanismo jurídico-administrativo que asesore a los interesados.

4ª. Apertura desde la Junta de Extremadura de una línea de subvenciones a Ayuntamientos, Asociaciones, Grupos de Investigadores, etc. para desarrollar de actuaciones en torno a la recuperación de la Memoria Histórica en Extremadura.

5ª.- Es necesario que aquellas fosas comunes, parajes, cementerios, tapias, donde conste se produjeran fusilamientos o enterramientos; espacios represivos (cárceles y campos de concentración); así como los restos de construcciones del frente extremeño (búnkeres, trincheras, refugios, etc…), deben ser declarados “Lugares de Memoria”, con una cierta identidad jurídica propia, de cara a que sean protegidas de intervenciones urbanísticas no deseadas en un futuro o a su destrucción. Por ello consideramos que se debería iniciar el proceso de catalogación, dignificación y conservación de los Lugares de Memoria, sin más tardanza, lo que es posible a la luz de la vigente Ley 2/1999, de 29 de marzo, de Patrimonio Histórico y Cultural de Extremadura, declarándolos como Bienes de Interés Cultural, en su acepción de “Sitio Histórico” (lugar o paraje natural que forman parte de una unidad coherente por razones históricas, culturales o de la naturaleza vinculadas a acontecimientos, recuerdos del pasado) (art. 6.1º.d. Ley 2/99).

La presente Declaración la suscriben: Asociación Foro por la Memoria de Extremadura, Asociación Jóvenes del Jerte, Asociación Matilde Landa, Asociación Memorial Campo de Concentración de Castuera (AMECADEC), Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Extremadura (ARMHEX), Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Mérida y su Comarca, Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Zafra, Grupo de Estudios sobre la Historia Contemporánea de Extremadura (GEHCEX), Grupo de Trabajo “Recuperando la Memoria de la Historia Social de Andalucía” CGT.A (RMHSA).

En Badajoz, a 7 de febrero de 2009

sábado, 14 de febrero de 2009

Apotegma


"La mayoría es mala".
Inscrito a cincel por Bías de Priene
en el tempo, sobre los muros.
Cierto.
Y peligroso si sólo de algunos
conocido.

sábado, 31 de enero de 2009

Plaza Grande


Algunos de mis vecinos han salido hoy a la calle haciendo sonar la bocina de sus coches para protestar. He contado una treintena de vehículos. Se oponen a que el ayuntamiento de Zafra siga prohibiendo aparcar en la plaza Grande. Están convencidos de que eso perjudica sus negocios, situados en la misma plaza y en sus aledaños, como la calle Sevilla. Desde hace semanas hay carteles en algunos comercios. Dicen algo así como “Aparcamiento regulado ya. O esto se muere”. Me comentan que —como siempre ocurre— la protesta tiene varias caras: hay quienes la expresan con sosiego y quien es más exaltado. Aunque sin pasar del insulto. También me dicen que el partido de la oposición de derechas está detrás de algunos de los que protestan. No sé. Y si así fuera sería completamente lícito. El meollo del asunto está en que estos vecinos atribuyen el descenso de actividad de sus negocios a la imposibilidad de aparcar en la plaza. Y eso, si no hay violencias, es lo único que debe ser cuestionado.

Y yo lo cuestiono. Y muchos. Ahora me paseo más por la calle Sevilla y varios comerciantes me han comentado la evidente pérdida de clientes. Parece que peligran muchas tiendas. Pero las personas con las que hablo no lo atribuyen a la prohibición de aparcamientos, sino a la crisis económica. Esta crisis que empezó siendo financiera, que devino en crisis productiva y que, desde hace ya tiempo, se ha convertido además en crisis psicológica. Y que provoca que hasta quienes tienen guarecidos los riñones con un sueldo inconmovible de funcionario sean remisos a gastar.

En la psicología de la crisis también cabe que alguno atribuya a causas erróneas sus problemas. La mayoría de las zonas comerciales del mundo son peatonales y esa circunstancia propicia, más que dificulta, el tráfico de clientes. La propia calle Sevilla de Zafra es peatonal desde el año 1914 y a ese carácter le debe buena parte de su éxito. Por no hablar de las ventajas evidentes que para el patrimonio de todos —generador de la mayoría de los beneficios y atractivos de esta ciudad—resulta de la ausencia de vehículos en una plaza del siglo XVI.

En fin. No estoy de acuerdo con el motivo de la protesta. Con todo mi respeto a las razones de otros, estoy convencido de que la pérdida de la actividad económica en Zafra no se reduce a la plaza Grande y por tanto no puede aducirse como argumento una circunstancia que se limita a ese ámbito. Otros muchos comercios no están afectados por la prohibición pero no por eso dejan de tener problemas. La pérdida de la actividad económica no es exclusiva de la plaza Grande, ni de Zafra, ni siquiera de España. Uno tiende a creer que la razón de sus cuitas está en lo más inmediato o evidente, pero casi nunca es verdad. En este caso, me temo que tampoco. El problema de la crisis que estamos viviendo está -por desgracia- más allá de las plazas de nuestros pueblos, por muy grandes que sean esas plazas.

viernes, 16 de enero de 2009

Ateos proselitistas


El Roto, como siempre, da en el clavo. La insistencia de algunos por intentar convencer al resto de que Dios no existe me parece tan inconveniente como la de los otros por demostrarnos lo contrario. Hay un cierto tufo a creencia en la actitud de esos ateos, llamémosles, proselitistas.

Estoy completamente a favor de evitar que los espacios públicos, cívicos, se tiñan de religión, pero tampoco creo que haya que imponer el ateismo como un dogma, por mucho que se nos presente como "probablemente".

Las ideas deben ser públicas, pero creo que las creencias han de mantenerse en el espacio privado, íntimo, personal, de cada uno. Y tan creencia es creer en Dios como no creer en él.
No sé. O será que uno ni siquiera cree en el descreimiento.


jueves, 15 de enero de 2009

Liliana Herrero



Soy un ignorante en música, cantantes y coplas. Bueno: soy, en general, un ignorante… y también en música. El caso es que un día sí y el otro también descubro nuevos intérpretes. Eso sí, nuevos para mí aunque existan desde hace años. Así me ha ocurrido con Liliana Herrero, la cantante argentina. Una versión de la famosa “Palabras para Julia” a dúo con Mercedes Sosa me ha llevado a esta otra en la que interpreta en solitario y de forma personalísma la misma canción en la Casa Rosada, sede de la presidencia de Argentina.

A partir de ahora, no volveré a ignorarla.

martes, 13 de enero de 2009

Los poetas, el florero y un soneto


En un cuadro muy bello de Fantin-Latour, titulado “Ángulo de mesa”,
que creo que actualmente está en Manchester,
existe un retrato de busto de Rimbaud a los dieciséis años.

Estas palabras de Paul Verlaine, en el prefacio a la primera edición (1886) de Iluminaciones de Arthur Rimbaud, aluden a un lienzo de Henri Fantin-Latour que hoy está en el Museo D’Orsay de París. Es un cuadro de poetas pintado en la primera mitad de 1872. Bonnier, Blémont, Aicard (de pie) y Verlaine, Rimbaud, Valade, y d'Hervilly. Acompañando a los dos principales simbolistas del momento, algún parnasiano y algún zutista. En la esquina derecha aparece el único que no era poeta, el periodista y político radical socialista Camille Pelletan, que llegó a ser ministro de Marina en los primeros años del siglo XX.

Según parece, otro escritor —Albert Mérat— se negó a aparecer junto a Verlaine y Rimbaud y fue sustituido por el florero de la derecha del cuadro. Luis Antonio de Villena (Amores iguales. Antología de la poesía gay y lésbica, Madrid, 2002) cuenta que Mérat había escrito en 1869 un libro de sonetos, L’Idole, con unas composiciones bastante cursis dedicadas a distintas partes del cuerpo femenino (ojos, boca, dientes, nariz, frente, cuello…). Como reacción, los dos amantes escribieron en los primeros meses de 1872 un pornográfico soneto al ojo del culo que provocó las iras de Mérat y su negativa a posar en el famoso cuadro. Los cuartetos son de Verlaine y los tercetos de Rimbaud.

Oscuro y arrugado como un clavel violeta
entre el musgo respira humildemente oculto,
húmedo aún del amor que la pendiente sigue
de las nalgas blancas al borde de su abismo.

Hilillos parecidos a lágrimas de leche
lloraron, bajo el áfrico cruel que les empuja,
a través de coagulitos de marga rojiza,
para llegar ahí donde llama el declive.

Mi boca se acopla frecuente a su ventosa,
y mi alma, del coito material celosa,
de él hace salvaje lagrimal, nido de llanto.

Es la oliva extendida y la flauta mimosa,
es el tubo al que cae la garrapiña célica,
Canaán femenino de humedades abiertas.

miércoles, 7 de enero de 2009

Las "memorias" de Queipo de Llano


Hay dos aspectos reseñables del libro Queipo de Llano. Memorias de la Guerra Civil ordenado y preparado para la edición por Jorge Fernández-Coppel y prologado por José Alcalá Zamora y Queipo de Llano. El primero es su escaso interés.

Sólo merece la pena por algunos detalles desconocidos de los enfrentamientos de Queipo con Franco y otros personajes de la dictadura como Serrano Suñer o los generales Varela y Beigbeder. También aporta informaciones inéditas sobre sus relaciones tormentosas con los italianos durante las campañas de Málaga y Sevilla. Pero, más allá de esos, son pocos los datos novedosos de unas memorias que obvian la principal razón —junto a las famosas charlas radiofónicas—por la que se conoce al general Queipo de Llano: la dirección de la represión en el sur de España. Apenas hay alusiones a alguno de los miles de fusilamientos que se llevaron a cabo en su demarcación durante la guerra. Ni siquiera para justificarlos. Quizás el motivo sea, como señala el propio editor en la Introducción, que estas no son las memorias originales. Los textos ordenados y mecanografiados por Queipo no aparecieron en su archivo. El libro se ha montado, según sus propios autores, a partir de dos diarios manuscritos desde el 18 de julio de 1936 hasta el final de su estancia en Roma, y a ellos se han añadido cartas y otros textos sueltos.

Pero además de su irrelevancia, lo que también destaca de estas memorias es la torpe edición de Fernández-Coppel. En algunos pasajes del libro cuesta trabajo distinguir las palabras directas de Queipo de las de su hijo Gonzalo, y ambas de los comentarios del editor. Apenas se ha utilizado algún signo diacrítico para diferenciar a los tres autores que aparecen en los textos. Las notas a pie de página no son, en la mayoría de los casos, más que insustanciales anotaciones sobre la trayectoria militar de algunos de los personajes que aparecen en el libro. No hay ninguna introducción que contextualice los hechos o los enjuicie con un mínimo espíritu crítico. En fin, no estamos realmente ante una edición de las memorias de Queipo sino ante la transcripción —suponemos— de unos diarios y unos documentos publicados sin ningún aparato crítico.

Ya que parece imposible mayor variedad en la orientación ideológica monocolor de la mayoría de las obras de historia editadas por La Esfera de los libros, la editorial dirigida por Imelda Navajos debería al menos cuidar más la edición de los libros que saca a la calle.

sábado, 3 de enero de 2009

Los refugiados de Barrancos


El 28 de noviembre del año pasado se estrenó en Barrancos (Portugal) el documental Los refugiados de Barrancos, de Producciones Morrimer. Estaba invitado al acto pero no pude ir porque esa misma tarde presentaba a Francisco Moreno y Alberto Reig en Villafranca de los Barros, en unas jornadas de memoria histórica organizadas por Paco Espinosa.

El estreno del documental fue, como digo, hace ya más de un mes pero el DVD está fechado en 2009, siguiendo la costumbre editorial de añadir un dígito más a la fecha de las ediciones que salen a la calle en los meses finales del año, para que no pierdan tan pronto su carácter novedoso. En este caso ese celo editorial no hubiera hecho falta. La novedad del trabajo del solvente equipo de Llerena pervivirá muchos años.

Con este excelente documental, que continúa y completa La columna de los ocho mil, Producciones Morrimer (integrado fundamentalmente por Ángel Hernández, Antonio Navarro, Fernando Ramos, Paco Freire y Pedro J. Martín) vuelve a realizar una original aportación al proceso de recuperación de la historia reciente de Extremadura, relatando en imágenes otra de las historias perdidas de la guerra civil en la región. En esta ocasión se trata de la peripecia de un millar de huidos del suroeste de la provincia de Badajoz, refugiados en el pueblo portugués fronterizo de Barrancos y que lograron sobrevivir gracias a la humanidad del teniente de carabineros Augusto Seixas y a la solidaridad de los barranqueños.

No puedo hablar mucho de Morrimer porque no soy imparcial. Me siento muy comprometido con su trabajo. Espinosa y yo colaboramos en La columna de los ocho mil y, tras finalizarlo, les sugerimos este nuevo tema con el objeto de disponer de relatos audiovisuales de los dos principales éxodos de 1936 provocados por la guerra en Extremadura: el del sureste, hacia Castuera, y el del suroeste, hacia Portugal. Es sorprendente que un grupo no profesional con escasos medios haya acometido dos obras de esta magnitud con la notable pericia con la que lo han hecho.

Morrimer ha redondeado este magnífico documental —en el que ha colaborado también la antropóloga portuguesa María Dulce Simoes— recuperando una canción popular portuguesa cuyos primeros versos resuenan detrás de cada una de estas tragedias de nuestra historia:

Soy la triste y pobre España desvalida
Son mis hijos quienes me han devorado

jueves, 1 de enero de 2009

Un poema a primeros de año


Hay cosas que me aburren:
los espárragos y las fábricas,
las reuniones y la política,
aquello donde el hombre aparece y no se encuentra.
Me enternecen la libertad y la tierra recién arada,
la ahijada y la tierra,
la sementera y la tierra,
la sazón y la tierra,
cada cosa en su sazón y en su sitio.
Tengo la suerte de tener labranza y amigos,
brazos abiertos, es decir, familia,
suelo de los míos, es decir, pasado.
Habrá, pues, que dejarse de historias que se venden,
de máscaras que se compran,
de patrias no del corazón,
de tesoros sin cotización celestial,
aunque vivir sea equivocarse,
y la poesía oficio de tartamudos,
donde se encuentran a veces y en la oscuridad
hombres de buena voluntad
que buscan a Dios entre las sombras
y en la perplejidad lo encuentran,
y en el temblor, la luz,
y la esperanza de un refrigerio orillas suyas,
con un agua suya para más sed,
y gloria sin tasa,
y deseo deseado y aliviado.
José Antonio Muñoz Rojas