jueves, 28 de junio de 2007

Mujeres en el arte


Ideado por EggMan Films


La música es la Sarabande de la suite nº 1 en sol mayor para violoncello de Bach, interpretada por el violonchelista norteamericano de origen chino Yo-Yo Ma

lunes, 25 de junio de 2007

Jornadas de Historia en Llerena



Recibo las actas de las VII Jornadas de Historia en Llerena, celebradas en octubre de 2006. Estos encuentros se realizan desde hace siete años. Inicialmente estuvieron muy centrados en el estudio de la historia de Llerena y su entorno, pero han ido evolucionando hasta convertirse en una de las principales citas históricas anuales de la región ―junto a las Jornadas de Historia en Montijo. Muestra significativa de esta evolución es el cambio en la preposición que antes condicionaba el título de esta actividad: de Jornadas de Historia de Llerena (como se llamaron hasta 2003) a Jornadas de Historia en Llerena, que es su nombre ahora.

Dos rasgos principales tienen estas jornadas. El primero es que las aportaciones suelen girar alrededor de un tema aglutinante: la historia contemporánea en España (2002), la guerra (2004), marginados y minorías sociales (2005), arte, poder y sociedad (2006). Y el segundo, que actúan como ponentes figuras relevantes de la historiografía actual. Por Llerena han pasado durante estos años Miguel Artola, Antonio Elorza, Fernando García de Cortázar, Eudald Carbonell, Joseph Pérez, Antonio Bonet Correa, Irving Thompson, Francisco Espinosa, Felipe Sahagún, Teófanes Egido, Tareq Kehdr y Yosef Kaplan, entre otros.

Ya está convocada la octava edición. Se celebrará los días 26 y 27 de octubre de 2007 en el llerenense Complejo Cultural La Merced. En esta ocasión el tema elegido es “Iberismo. Las relaciones entre España y Portugal. Historia y tiempo actual” y los historiadores y estudiosos invitados son Robert Stradling, Antonio Ventura y Diego Carcedo.

Detrás de la celebración de estas jornadas está la
Sociedad Extremeña de Historia y, detrás de esta Sociedad, los historiadores Felipe Lorenzana de la Puente y Francisco J. Mateos Ascacibar, abnegados coordinadores de esta magnífica iniciativa.

domingo, 24 de junio de 2007

Sin oposición de izquierdas



Se ha anunciado ya la distribución de competencias entre los concejales del grupo de gobierno de Zafra. Por primera vez en la historia de la ciudad es un gobierno que comienza su mandato sin oposición de izquierdas, ya que integra a todos los partidos de este signo de la ciudad: Partido Socialista Obrero Español, Colectivo de Izquierdas, Socialistas Independientes de Extremadura e Izquierda Unida. El reto es importante. Si fallan, el único beneficiado será el Partido Popular.

Al actual alcalde, Manuel García Pizarro ―que ya lo es desde hace cuatro años― se le ha criticado a veces su falta de carisma, pero este tipo de pactos casi a cuatro bandas sólo pueden llevarse a buen fin si quien los encabeza tiene el temple y la falta de soberbia de García Pizarro. La misma que demostraba evitando goles en el Diter-Zafra o en el Atlético de Madrid.
La fotografía es de Víctor Pavón.

sábado, 23 de junio de 2007

Toledanismo


El término lo utilizó Lluís Carreras, uno de los colaboradores del cardenal Vidal i Barraquer, en una carta que dirigió el 18 de junio de 1934 al nuncio Tedeschini denunciando la actitud de la curia ultramontana:

… en campañas artificiales pero concordantes al fin supremo de la intriga… aspiran a hacer revivir el tradicional regalismo español, que muchos creen poder definir con esta sola frase, toledanismo, no al servicio de la Iglesia, sino del más extremo nacionalismo español.

El argumento define hoy también la actitud integrista adoptada por la jerarquía eclesial frente a la asignatura Educación para la ciudadanía.


La viñeta es de El Roto

viernes, 22 de junio de 2007

La mujer que escribió un diccionario


El 10 de febrero de 1981 Gabriel García Márquez escribió en El País un excelente artículo ―todo un clásico― con este título: “La mujer que escribió un diccionario”. Estaba dedicado a María Moliner y en él manifestaba su admiración por el Diccionario de Uso del Español y por la labor titánica de su autora. Y eso a pesar de que Gabo le recriminó alguna vez no incluir en su obra palabras malsonantes y cometer deslices, como decir que “día” era el espacio de tiempo que tarda el Sol en dar una vuelta completa alrededor de la Tierra.

Yo también estoy muy cerca de una mujer que ha escrito un diccionario. Es Reyes Arenales, hermana de Eva. Bajo la coordinación de Trinidad Sánchez, José Luis Herrero y Atilano Lucas, Reyes ha formado parte de un equipo de otros nueve profesores que firman el Diccionario Estudio Salamanca, editado por Octaedro y concebido para los alumnos de Secundaria y Bachillerato. Una de las singularidades de este diccionario es que se ha hecho a partir de un estudio comparativo de 23 obras de este tipo y de encuestas a cerca de un millar de alumnos y dos centenares de profesores de la provincia de Salamanca. Siguiendo las conclusiones del estudio, el DESAL ―pues ese es el acrónimo con el que quiere ser conocido― se ajusta al léxico que aparece en los libros de texto que manejan los alumnos, expone con claridad las definiciones y las ilustra con ejemplos de uso e incorpora un número de tecnicismos mayor al habitual en este tipo de diccionarios escolares.

El ejemplar que Reyes nos envió el otro día viene dedicado a Juan: Ya sé que prefieres a María Moliner, pero espero que sepas encontrar utilidad a este. No he podido resistir a la tentación de comprobar cómo define “día”: Período de tiempo que tarda la tierra en dar una vuelta alrededor de su eje. Al menos en esa definición ya es evidente que supera al de la otra mujer que escribió un diccionario.

Pompa


Recibo diariamente una palabra y su significado por correo electrónico. Se trata de "La palabra del día", un servicio ―al que cualquiera puede suscribirse― de elcastellano.org, web autodenominada “la página del idioma español”. Las últimas palabras han sido: retahíla, orín, melodía, economía, linchar, minuto… Son textos extraídos del libro El fascinante mundo de las palabras de Fernando A. Navarro, un médico y traductor que firma como “diccionarista”. La palabra de hoy es “pompa”:

Es el acompañamiento numeroso y solemne, con gran aparatosidad, que se hace en una función de regocijo o fúnebre. Entre los romanos, pompa podía referirse tanto a los cortejos fúnebres como a los desfiles, séquitos o comitivas. En estos últimos casos, tenía una connotación de ostentación, que se conserva en su significado del español moderno. La palabra se derivaba del griego pompé, que podía significar ‘escolta’ o ‘procesión’, como también ‘primer envío’ (esta acepción proviene del verbo pempéin, ‘enviar, escoltar’).
Su uso en castellano lo documentó por primera vez Alfonso Martínez de Toledo en Arcipreste de Talavera, y Corbacho, en 1438. En los siglos XV y XVI fue una palabra muy usada, frecuentemente con el sentido de soberbio, y como tal apareció en el Quijote y, sobre todo, en Pedro Calderón de la Barca, que la empleaba con mucha frecuencia, como en este trecho de La vida es sueño:
Miradme otra vez sujeto
a mi fortuna; y pues sé
que toda esta vida es sueño,
idos, sombras que fingís
hoy a mis sentidos muertos
cuerpo y voz, siendo verdad
que ni tenéis voz ni cuerpo;
que no quiero majestades
fingidas, pompas no quiero

La acepción usada en “pompa de jabón” corresponde a otra palabra homónima de diferente origen.

Supongo que a esta última corresponderá también la expresión “culo en pompa”. Así lo habré tenido yo, expuesto al relente nocturno, porque desde hace unos días me he pillado un catarro de dos pares y aquí estoy hoy, en casa y penando.

La ilustración es de Vireta

domingo, 17 de junio de 2007

De toros



A Luciano Feria

De toros sé poco, y mi afición no va más allá de asistir ocasionalmente a algún espectáculo, ver un programa televisivo especializado o leer con placer las buenas muestras de ese peculiar subgénero literario que es la crónica taurina. Sólo soy un aficionado de tres al cuarto. Pero, como ocurre con buena parte de los nacidos por estas tierras, siento una notable atracción por el mundo de los toros. Y esa atracción se ancla en mis vivencias de infancia y familiares. Soy nieto de Luis Hernández, y eso, además de otras consideraciones sobre la bondad de mi ascendencia que no vienen al caso, le sitúa a uno en un lugar muy concreto del plano de Zafra. Mi abuelo —por cierto, familia de Ángel Navas, Gallito de Zafra— regentó —y después mi tío Enrique— esa esquina de la antigua Glorieta que se ofrece al coso taurino. En el Bar Hernández paraban, y lo siguen haciendo, quienes tomaban un café o una copa antes de entrar en la plaza. Ese bar bulle antes de que bulla la plaza y sólo cuando se desinfla de humo y gente puede decirse que en el albero ha empezado la corrida.

Ese fue también el barrio donde nací. Mi infancia discurrió por los alrededores del piricuto y de la plaza de toros. A más de un maletilla he atendido con pan o unas viandas descuidadas de casa, cuando, cercana la feria, comenzaban a deambular a la espera del día en que habrían de saltar al ruedo. Las pintas desastradas de esos jovenzuelos con gorra sobre los ojos y hatillo en los hombros, y su indomable deseo de triunfo frente a las astas, me asombraron desde chiquinino. No comprendía la desproporción entre su esfuerzo y la escasa recompensa de unos pocos segundos muleteando en la cara del toro, perseguido por los subalternos. Cuando salían camino del calabozo, entre tricornios, nos miraban con una extraña expresión de alegría en el rostro. Sabían que su triunfo nunca podía ir más allá. Cifraban su suerte en dos muletazos y en que alguno de ellos hubiera logrado atinar en el centro del ánimo de los apoderados o entendidos que fumaban habanos tras los burladeros.

Mi infancia la hice, pues, en la plaza de toros de Zafra. Asistir desde los balcones de mi abuela a la llegada de la banda de música, a la bajada de los toreros de esos coches inmensos o a la “salida de la plaza” al final del festejo son mis primeros recuerdos relacionados con los toros. Pero en la familia siempre hubo también otra referencia netamente taurina. Más allá de estos condicionantes espaciales, de esos maletillas o de la afición de algunos de mis allegados, desde chico supe de la fiesta por su cara más trágica. Un tío de mi madre había sido novillero con el nombre de Juanito Jiménez y en casa estaba presente la historia de su jovencísima muerte en la plaza de toros de Valencia, el 3 de agosto de 1934, a cuernos de Hormigón, un toro de Concha y Sierra. En mi imaginación de crío me figuraba a ese Juanito Jiménez como un héroe trágico. Mi hermano Miguel Ángel y yo guardábamos sus estampas como si de un santo mártir se tratara, alguien que había alcanzado la notoriedad en el mismo momento de la muerte. Y de nuevo, con su recuerdo, me poseía una de las muchas sensaciones paradójicas que aún sigue generando en mí todo lo relacionado con los toros: la tragedia del toro y del torero, ese extraño ejercicio de triunfo de la vida en plena muerte o a riesgo de ella.

Pero mi interés por el mundo de los toros no obedece a una atracción meramente irracional o instintiva. Ha habido también un acercamiento intelectual y que atañe a mi oficio de historiador y de escritor. En 1988 escribí un breve Prólogo al libro de Manolo Lucia Historia de un coso taurino, obra en la que se relataba la historia de la Plaza de Toros de Zafra. Y en 1999 publiqué en la revista Tercio de Quites, de la peña de este nombre, un artículo titulado "El enigma del cartel" con el que pretendía corregir un error sobre el pasado de la plaza.

Toda plaza de toros es un espacio simbólico en el que se reproduce un enfrentamiento antiguo entre lo animal y lo humano, que ha generado un complejísimo ritual de ejercicios donde intervienen objetos, personajes y normas. De todo ese cosmos hay un aspecto que me interesa poderosamente: el léxico. Algunos vocablos taurinos son casi figuras literarias: lunanco, mohíno, castoreño, badeanudo, arenero, astisucio, volapié, rabicano, monosabio, chicuelina... Sólo las artes antiguas atesoran esa riqueza léxica.

Ahí, en la palabra se cierra mi tríada de afectos hacia la tauromaquia que completan los recuerdos de mi propia infancia y la historia.

Sé poco de toros, pero hay bellezas y placeres vinculados a esta fiesta que yo también comparto y que —más allá de poesía o de historia— sólo se pueden apreciar asistiendo a una faena. El poeta Carlos Marzal prefiere entre todas ellas una: la quietud de un torero frente a las astas, la belleza del sosiego de quien se juega la vida frente al torbellino de músculos de un toro. Sea.

(Este texto corresponde, en parte, al pregón que leí en la peña taurina "Tercio de Quites" de Zafra, en septiembre de 2005. La magnífica pieza de piano que suena en el video es Orobroy, de David Dorentes, que sirve de homenaje a uno de los mejores programas de televisión sobre los toros, "Toros para todos", de Canal Sur Televisión ―los domingos, a la 13.30 horas; dentro de un momento)

jueves, 14 de junio de 2007

miércoles, 13 de junio de 2007

Tensión estéril


En Zafra no suele haber demasiadas trifulcas políticas. O las que hay no llegan a mayores. En los últimos veinticinco años sólo recuerdo ―lo más grave― un tiro al aire del “servicio de orden” en un mitin de Alianza Popular en 1977 (por cierto, mientras Ángel Calle daba otro de la ORT en un local cercano), la tensión de septiembre de 1984 debido a la deserción del alcalde del PSOE (que años después encabezaría la lista del CDS y después volvería a ser alcalde con el PP), la crisis de Izquierda Unida en 1997, los enfrentamientos entre ésta y el Colectivo de Izquierdas y poca cosa más.

Tampoco los políticos acaban aquí dirimiendo sus conflictos en el juzgado, como ocurre en otros sitios. No recuerdo ningún pleito entre concejales que haya terminado ante el juez. Ambientes de crispación política sólo se han vivido en contadas ocasiones durante los últimos lustros y ayudados por la animadversión personal entre líderes de fuerzas enfrentadas como Justo Roco y Antonio Pérez o, más recientemente, Antonio Pérez y Francisco Macías.

Pero estos días se nota en Zafra cierto ambiente de tensión ―o quiere provocarse― a cuento de los resultados de las últimas elecciones municipales, en las que la lista más votada fue el PP (4.045 votos y 8 ediles) pero con una mayoría absoluta de concejales entre el PSOE-Colectivo (3.880 y 8) e IU-SIEX (841 y 1). El entendimiento de los partidos de izquierda hace previsible que el próximo sábado continúe de alcalde Manuel García Pizarro.

Pues bien. El
Partido Popular está llevando a cabo una intensa campaña (declaraciones, artículos, sms…) con el mensaje de que tiene que gobernar la lista más votada y que lo contrario sería una traición al pueblo. Además, tengo entendido que tanto el alcalde socialista como el dirigente de IU-SIEX, Antonio Corchero, están recibiendo amenazas anónimas ―supongo que ajenas al PP― con la intención de presionarles para que acepten una minoritaria alcaldía de derechas.

No debería hacer falta recordar que a los alcaldes los eligen los concejales y que sólo cuando no hay mayorías absolutas entre ellos para la elección, acaba cogiendo la vara quien encabeza la lista más votada. Pero es que, además, la mayoría electoral de izquierdas del pasado 27 de mayo no es nada extraña. En Zafra la izquierda lleva siendo mayoritaria desde 1991. Durante la mayor parte de la década de los noventa esa mayoría fue muy holgada (PSOE e IU sumaron 13 y 11 concejales, de 17, entre 1991 y 1999), aunque la división en Izquierda Unida y el cambio de tendencia nacional provocó una mayor igualación en los resultados a partir de entonces. En 1999 y 2003 la izquierda sumó nueve concejales frente a ocho de la derecha. Durante estos 16 años seguidos de hegemonía de izquierda sólo ha habido un período en el que ha gobernado la derecha, entre 1999 y 2003, cuando el PP ―con mayoría relativa― aprovechó el desencuentro entre PSOE, IU y Colectivo de Izquierdas para alzarse con la alcaldía.

Sé que no todos los militantes del PP de Zafra ―menos aún los votantes― están de acuerdo con esta tensión provocada. Alguno incluso, como el aún concejal del PP ―y ponderado articulista―
Juan Carlos Fernández, se ha mostrado contrario a estas actitudes y ha advertido de que el asunto pueda desmandarse. Flaco favor se haría el PP de Zafra, y especialmente su cabeza de lista, Gloria Pons Fornelino ―a la que siempre he estimado―, si el sábado 16 se monta la gresca en el pleno de constitución del ayuntamiento. La tensión, en cualquier caso, será estéril.

¡Ah, por cierto! Ni sumando a los votos del Partido Popular los de Zafra Independiente (candidatura que no obtuvo concejalía pero sí 379 sufragios) más los votos en blanco (177) y los nulos (108) se supera esa mayoría absoluta de PSOE-Colectivo e IU-SIEX: 4.709 frente a 4.721. Esa es la mayoría.

martes, 12 de junio de 2007

El Evangelio de Tomás


Me he cansado de ver el documental de Antena 3 sobre Jesús. Mucho rollo de Discovery Channel. Prefiero el Evangelio de Tomás, uno de los gnósticos:

22… Cuando seáis capaces de hacer dos cosas en una, y de configurar lo interior con lo exterior, y lo exterior con lo interior, y lo de arriba con lo de abajo, y de reducir a la unidad lo masculino y lo femenino, de manera que el macho deje de ser macho y la hembra hembra; cuando hagáis ojos de un solo ojo y una mano en lugar de una mano y un pie en lugar de un pie y una imagen en lugar de una imagen, entonces podréis entrar [en el Reino].

Los evángelios apócrifos, Biblioteca de Autores Cristianos, Madrid, 1993.

Me voy a dormir. Que mañana es día de escuela.

lunes, 11 de junio de 2007

Historiador, una profesión de riesgo



He recibido hace pocos días un texto que el historiador gallego Dionisio Pereira está haciendo circular solicitando solidaridad. Ya he hablado aquí de este caso. Hace pocos días fue admitida a trámite por el juzgado de primera instancia de A Estrada una demanda contra él por parte de la familia de Manuel Gutiérrez Torres, camisa vieja, antiguo jefe local de Falange y ex alcalde de Cerdedo hasta los años sesenta, citado en una de las investigaciones de Pereira.

Algunos historiadores amigos han redactado un manifiesto de apoyo al historiador. Quien quiera adherirse deberá enviar nombre completo, número de DNI, lugar de residencia y profesión a uno de los dos correos siguientes:
dpereirag@terra.es o xcgarrido@yahoo.es Más información en la web www.sinhorafranio.com



Los/las abajo firmantes, historiadores/las e investigadores/las, ante la denuncia presentada contra Dionisio Pereira por el contenido de su intervención en el Congreso de la Memoria celebrado en Narón, en diciembre de 2003, y publicada en las Actas en el 2004; por las alusiones que en esta ponencia hace a “personas señaladas en los asesinatos y maltratos o como instigadores de los mismos” a una serie de nombres de cargos de la Falange, todos ellos fallecidos, que el historiador recogió de sus múltiples testigos orales, y cuyos familiares ahora le acusan de atentar contra su honor; quieren manifestar lo siguiente:

1. No es objeto central de su trabajo atacar ninguna honra. El contexto del Congreso en el que se encuadró la ponencia o el libro de Actas en el que se publicó, no es equiparable a otros escenarios de divulgación pública a los que se aplica esta figura jurídica; así como, el hecho de la distancia en el tiempo de las personalidades citadas no tiene la misma fuerza que las generaciones vivas para contraponer el derecho al honor frente a la libertad de expresión, y mucho menos al derecho a la creación científica en la que se enmarca la tarea del/de la historiador/a.
2. El conjunto de datos que se aportan en este caso y la trayectoria investigadora del historiador, acreditan un respaldo suficiente a su derecho a formular hipótesis discutibles en un contexto polémico en base a información de la que dispone. Exigir certezas incuestionables a los historiadores, sería tanto como impedir el desarrollo de esta materia fundamental para la formación de la conciencia cívica de cualquier sociedad.
3. Es una grave distorsión aplicar al objeto investigado las categorías de situaciones presentes. Es evidente que la represión informal llevada a cabo a la sazón, por definición y salvo raras excepciones, carece de pruebas documentales que la acrediten y, en la medida en que el aparato policial y judicial quedó en el poder de quien la llevó la práctica, nunca se procedió a investigar dichos crímenes. Hay que recordar que la franquista, como toda Dictadura, tuvo como base a impunidad. El dicho no debe impedir al historiador afirmar que dichas muertes se produjeron y apuntar que se pode establecer cómo hipótesis factible y verosímil algún tipo de relación con ellas, en calidad de autores o instigadores, por parte de los principales integrantes de las organizaciones que llevaron a cabo estas actuaciones, nominalmente de la Falange, atendiendo a las testigos orales recogidas y la documentación escrita encontrada. Hay que matizar, asimismo, que no se hace ninguna aserción concreta sobre una actuación determinada de los mencionados: esto es, no se asevera sobre la adscripción específica de los aludidos con ninguno de los tres grados de intervención en la represión que se indican, y su supuesta participación en aquella está “señalada” en tercera persona por fuentes orales contrastadas.
4. En su ámbito, los historiadores valoran cuáles son las causas que explican los hechos históricos y proponen su interpretación, y aunque tales explicaciones e interpretaciones sean en ocasiones incompatibles con otras visiones, no corresponde a un Tribunal de Justicia decidir, por acción u omisión, cual o cuales deban imponerse de entre las posibles. Son los propios ciudadanos quien, a la luz del debate historiográfico y cultural, conforman su propia visión de lo acaecido, que puede variar en el futuro. En caso contrario, se impondría la censura previa o la autocensura en la producción científica, algo inconcebible en el marco de una sociedad democrática y abierta; sobre todo cuando se trata de relatar unos hechos históricos relevantes del pasado reciente que precisan una saludable investigación y esclarecimiento, para reforzar justo la defensa del pluralismo político y el diálogo, representado por las víctimas de la represión frente al totalitarismo y el fundamentalismo que impusieron los vencedores; estos, para legitimar un régimen surgido de un golpe militar, inculcaron además una versión oficial de los acontecimientos, frente a cual - de producirse una condena del historiador - nos encontraríamos que no se permitiría contraponer otras perspectivas diferentes.

Por todo esto nos solidarizamos con el investigador Dionisio Pereira y demandamos el sobreseimiento de su causa.

domingo, 10 de junio de 2007

La Baquería

La idea se nos ocurrió hace once años tras una comida de amigos en mi casa y paladeando un ribera de Duero. Nos íbamos cargando de niños y ya no nos veíamos con la frecuencia de antes. Siempre hemos sido una gente muy unida. No sólo nos hemos divertido juntos, sino que juntos hemos hecho política y hemos impulsado proyectos culturales. Se trataba de reunirnos cada cierto tiempo para comer y beber vino. Esa misma tarde le pusimos nombre a la idea: La Baquería, Cantineros de Cubas. Con b de Baco. Desde entonces organizamos seis o siete cenas al año. Ponemos un dinero para ir comprando el vino y nos lo bebemos en cenas organizadas de manera rotativa en cada casa. Dos o tres parejas le dan de comer al resto y la comida se paga a escote. Lo que empezó como una oportunidad para degustar vinos se ha convertido en una cita gastronómica.

Ayer la Baquería fue en mi casa y Eva y yo ―junto a otros cuatro amigos― les dimos de comer a treinta personas. Hacía una noche estupenda y cenamos en la terraza. Empezamos a las nueve y media de la noche y terminamos a las tres de la madrugada.

Los entrantes fueron ensalada de confit de pato, ensalada fresca, mouse de pimientos y gambas, hojaldre con revuelto de bacalao y salsa de nécoras, escabeche de salmón con pasta y pinyonat. Como plato fuerte comimos un redondo de ternera a la naranja. Y de postre sorbete de limón, trufas y caracas de almendra. Los vinos fueron Martivillí, 2006 (D.O. Rueda. Verdejo) y Remelluri, reserva 2001 (D.O. Rioja). El precio del menú 13 euros por persona.

No todo va a ser memoria histórica.

sábado, 9 de junio de 2007

Amargura y estilo


He tenido escrito aquí al lado durante meses, como si una lectura permanente se tratara, Los peces de la amargura de Fernando Aramburu. Aunque lo terminé de leer hace ya semanas. Y precisamente en el avión que me trasladaba desde Santiago de Compostela a Bilbao. Porque el libro lo integran diez historias vascas. O quizás sea injusto decir esto, porque son diez historias de violencia, y la violencia no tiene patria. Los diez relatos ofrecen tal variedad de protagonistas que parece que el autor haya querido ofrecernos una tipología de víctimas: un afectado leve por un atentado, el hijo de un asesinado, un preso torturado, un acusado de chivato, la novia del hijo de un asesinado, los vecinos de quienes sufren acoso, la hija de un guardia civil asesinado, la madre de un terrorista, la mujer de un guardia civil asesinado que se ve obligada a irse, los padres de una víctima accidental del terrorismo…Son historias duras, sin concesiones a ninguna de las claves de la corrección política ―lugares comunes, tópicos, declaraciones retóricas― que imperan tanto entre las opciones democráticas como entre las violentas al abordar estos asuntos. Y a pesar de la rotundidad del tema, Aramburu convierte también cada uno de estos relatos en ejercicios literarios. Hay un virtuosismo estilístico que hace de Los peces de la amargura un manual sobre variantes narrativas. Una lectura muy recomendable.